Por qué hay pocos incendios en Islandia

Why there are few wildfires in Iceland

Islandia es uno de los países con menor incidencia de incendios forestales en el mundo. Para los bomberos forestales, este caso resulta especialmente interesante porque demuestra cómo el clima, la vegetación y la gestión del territorio pueden influir en la aparición y propagación del fuego. Aunque ningún entorno está totalmente libre de riesgo, comprender por qué hay pocos incendios en Islandia permite obtener aprendizajes útiles para otros ecosistemas más vulnerables.

Por qué hay pocos incendios en Islandia. Un clima extremo que limita el riesgo de incendios

La primera razón por la que hay pocos incendios en Islandia es su clima frío y húmedo. La mayor parte del año, las temperaturas se mantienen bajas, lo que reduce la sequedad del combustible vegetal. Además, las precipitaciones son constantes y la nieve cubre buena parte del territorio durante meses, impidiendo la acumulación de material seco. Para cualquier bombero forestal, este tipo de condiciones supone una reducción significativa en la probabilidad de ignición.

Vegetación escasa y baja carga de combustible. Por qué hay pocos incendios en Islandia.

Islandia cuenta con poca masa forestal. Aunque existen proyectos activos de reforestación, el país posee menos del 2% de cobertura boscosa. Su paisaje está dominado por tundra, musgo, matorral y campos de lava, todos ellos combustibles de baja continuidad. Esta característica es clave para entender por qué hay pocos incendios en Islandia, ya que la falta de continuidad horizontal y vertical dificulta la propagación del fuego incluso cuando hay una ignición inicial.

Humedales y zonas volcánicas como cortafuegos naturales

La orografía islandesa funciona, en muchos casos, como una barrera natural contra incendios forestales. Los numerosos humedales mantienen niveles de humedad elevados y actúan como líneas de control naturales. A ello se suman las extensas áreas de rocas volcánicas, que crean discontinuidades imposibles de superar para un fuego superficial. Estas condiciones reducen la necesidad de infraestructuras preventivas que en otros países son esenciales para la gestión forestal.

Escasa actividad humana en áreas forestales

La mayoría de incendios forestales están relacionados con actividades humanas. Sin embargo, Islandia posee una densidad de población muy baja y un uso del territorio que limita significativamente la presencia humana en zonas naturales. Esta baja presión disminuye la probabilidad de igniciones accidentales y contribuye a la bajísima incidencia de incendios forestales en el país.

Gestión preventiva basada en la ciencia

Aunque el riesgo sea bajo, Islandia mantiene programas de seguimiento y prevención. Las autoridades analizan el comportamiento del clima, monitorizan el estado del combustible y aplican medidas de control en zonas reforestadas. Para los bomberos forestales, este enfoque demuestra la importancia de adaptar la prevención al contexto local y no confiar únicamente en las condiciones naturales.

Un ejemplo útil para comprender el riesgo global

Estudiar por qué hay pocos incendios en Islandia ayuda a los cuerpos forestales de otros países a evaluar cómo factores como la humedad, el clima, la vegetación o la presión humana pueden reducir o aumentar la frecuencia de incendios. Aunque Islandia no sea un modelo replicable —porque su clima es único— sí muestra que la gestión preventiva y el conocimiento del territorio son claves para cualquier estrategia moderna de lucha contra incendios forestales.

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