Equipos de extinción de incendios forestales
Los equipos de extinción de incendios forestales ya no pueden limitarse a la función clásica de apagar fuego. En la actualidad, estos equipos deben integrar sistemas avanzados de autoprotección que permitan resistir situaciones de atrapamiento.
La evolución del comportamiento del fuego ha demostrado que hay escenarios en los que la extinción directa deja de ser viable. En esos momentos, la prioridad pasa a ser la supervivencia del personal. Por eso, los equipos de extinción modernos incorporan soluciones diseñadas para proteger frente a radiación y convección extremas.
ISK Fire Survival ha desarrollado equipos de extinción de fuegos forestales que integran la autoprotección como parte del sistema. La lanza integral de autoprotección permite generar pantallas de agua que reducen la carga térmica y crean zonas más seguras durante el avance o la defensa.
Estos sistemas se complementan con protecciones térmicas para vehículos, evitando que neumáticos, laterales y cabinas queden expuestos directamente al fuego. La pérdida del vehículo en un incendio forestal puede convertir una situación crítica en irreversible.
Un aspecto clave de los equipos de extinción de incendios forestales es su capacidad de adaptación. No todos los incendios presentan el mismo comportamiento, ni todos los terrenos ofrecen las mismas oportunidades de maniobra. ISK diseña soluciones versátiles, compatibles con distintos tipos de vehículos y configuraciones operativas.
Además, la formación es inseparable del equipo. Los sistemas de ISK están pensados para integrarse en protocolos claros, facilitando su uso bajo presión. En incendios forestales extremos, la simplicidad y la fiabilidad marcan la diferencia.
Los equipos de extinción de incendios forestales del futuro no solo apagan llamas. Protegen a quienes se enfrentan a ellas cuando el incendio supera cualquier previsión.
La formación es inseparable del equipo. Los sistemas de ISK están pensados para integrarse en protocolos claros, facilitando su uso bajo presión. En incendios forestales extremos, la simplicidad y la fiabilidad marcan la diferencia.
